Hijas de Hilda víctimas de La Gran Familia de Mamá Rosa
Autor: Miguel García Tinoco
Autor multimedia: Archivo
Hilda García-Rojas Pérez llegó presurosa hasta las afueras de la Casa Hogar La Gran Familia, su intención era ingresar al albergue para busca a su nieto de siete años de edad; el pequeño nació en los dominios de Mamá Rosa y el operativo policial le da la esperanza de recuperarlo en corto tiempo.
El caso de la señora Hilda es un verdadero drama, porque, según ella, hace 29 años su marido le arrebató a sus dos hijas, mientras enfrentaba una enfermedad renal que la postraba en cama, “mal, incluso me dio lupus, tengo lupus ahorita, tengo lupus de los nervios es como si te quitan un hijo no sabes si come, si duerme, si tiene frío, si está enfermo y no lo puedes ver, es un martirio, es una muerte en vida”.
Fue en 1986 cuando Hilda inició su viacrucis, una vez que superó su problema de salud dedicó todos sus esfuerzos a recuperar a sus hijas, pero no hubo autoridad que le hiciera caso; en 1993 cuando nació en Michoacán la Comisión Estatal de los Derechos Humanos,
sintió que una puerta se abría, pero tampoco encontró respuesta favorable, “cuando se abrió Derechos Humanos se reabrió el caso pero me dijeron que no podía hacer nada porque ella tenía la patria potestad”.
Durante más de 10 años Hilda envió a sus niñas ropa y comida; intercambiaba fotografías con sus entonces pequeñas hijas y aunque realizaba esfuerzos legales por recuperarlas, nunca lo logró; en 2008, les hizo llegar a las menores un número de teléfono del domicilio familiar de Uruapan.
Hace 5 años la hija mayor de Hilda logró salir del albergue para buscar a su madre, la menor hace solo un mes y medio cuando logró evadir su cautiverio, “una se escapó hace 6 años, ella se escapó de 23, 24 años, ahorita tiene 29 años, la otra, la otra se acaba de escapar, pues no porque no tiene ningún papel que las avale, no son nada afuera, no son nada afuera, empezando por la credencial de elector, nadie te conoce solo tu familia”.
Esta madre que por años sufrió la separación de sus niñas, asegura que no es cierta la versión de que en “La Gran Familia” educan y les dan escuela a los menores; sostiene que sus dos hijas son como adolescentes a pesar de que ya tienen casi 30 años, porque no recibieron instrucción de ningún tipo.
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