Chacaleo (Columna) Incongruencias de diputados Panistas y Perredistas
Autor: Miguel García Tinoco
Autor multimedia: Archivo
Incongruencias de diputados Panistas y Perredistas
--La Oposición en el Congreso de Michoacán permite a Carlos Hugo Castellanos evadir las críticas y no enfrentar la realidad de la seguridad pública en Michoacán.
--Jara y el desdén a los reporteros que cubren sus actividades.
“Quien con monstruos lucha, cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti”. Nietzsche
Los diputados del PAN y el PRD se negaron a asistir a la comparecencia de Carlos Hugo Castellanos Becerra, secretario de Seguridad Pública de Michoacán y con esa decisión cancelaron la oportunidad de conocer realmente los alcances del funcionario estatal, miembro de la llamada “Legión Extranjera”.
La oposición en el Congreso del estado dejó a Castellanos Becerra solo frente a los legisladores priistas, convertidos, casi todos, en una Oficialía de Partes del Ejecutivo estatal; también asistió el diputado único del Partido Nueva Alianza, que para el caso es lo mismo porque es más tricolor que muchos de la bancada dominante en Septuagésima Segunda Legislatura.
Durante muchas semanas, los legisladores de la oposición, particularmente quienes integran la fracción parlamentaria del PRD, exigieron la comparecencia de Carlos Hugo Castellanos, pero cuando lo tuvieron a la mano prefirieron hacerse los dignos: argumentaron que les avisaron el mismo día marcado para la cita del secretario y decidieron no asistir.
“Nos avisaron a las 09:00 horas”, dijo la diputada Cristina Portillo, quien, igual que sus compañeros, olvida ser representante popular las 24 horas del día y no solo cuando a ella se le antoja; el argumento de no haber recibido la notificación días antes es ridículo; resulta también incongruente, porque se precian de ser legisladores responsables con su pueblo, pero se niegan a representarlo y debatir un tema tan sensible como el de la seguridad pública ante quien es el responsable de ese sector en Michoacán.
Seguro estoy que ante una convocatoria de su partido o su líder tribal o cualquier otro actor político, asistirían si se los piden u ordenan en el momento mismo del evento; pero su obligación de 365 días al año en la Legislatura es fácil olvidar porque ahí no hay quien les pida cuentas; no se puede exigir responsabilidad a los otros poderes o a sus adversario políticos, cuando diputados y diputadas opositores al PRI se asumen como vedettes, con lo cual le huyen a su responsabilidad histórica de velar por los intereses ciudadanos desde el Poder Legislativo.
Quiero pensar que este caso se trata de un protagonismo absurdo, pero también cabe la posibilidad de que los diputados y las diputadas contrarias al PRI no hayan asistido para dejar el camino libre a Carlos Hugo Castellanos; es muy extraño el proceder de Cristina Portillo y Selene Vázquez, combativas y conocedoras del tema, quienes hasta para robar cámara, en franca estrategia mediática, debieron haber participado en el tema y representar a todos quienes día a día sufren la inseguridad en toda la entidad.
Ahora dice la oposición que la “comparecencia de Carlos Hugo Castellanos ante el Congreso fue a modo”; claro que fue a modo porque rehuyeron a su obligación social, moral, política y hasta laboral, de atender todos los asuntos del Congreso sin pretexto alguno; no pueden alegar más que la “desatención”, argucia no válida para dejar de cumplir con su obligación.
Queda claro que el PRI-Gobierno ganó la partida o los sometió quien sabe de qué manera; las diputadas y los diputados que no asistieron a la comparecencia de Castellanos Becerra no le hicieron el vacío al funcionario, dejaron de representar a quienes se deben: a la sociedad entera; caprichos personales y acuerdos de grupo no deben en estar por el encima del interés superior del pueblo.
A los diputados se les quedaron muchos temas en el tintero: la creciente inseguridad en Morelia; los vehículos de lujo rotulados como patrullas; la infiltración de las fuerzas rurales; los policías despedidos; los mandos con antecedentes penales; entre otras cosas.
A ver si logran reivindicarse y citan, pero ahora al Pleno, a Carlos Hugo Castellanos Becerra, como ya lo planean, para que comparezca de verdad; se ocupa un ejercicio verdadero y creíble, no como el que organizaron diputados priistas y gobierno.
Mucho tendrán que explicar Olivio López Múgica y Bertín Cornejo, integrantes de la Comisión de Seguridad, quienes se reunieron un día antes de la llamada “comparecencia a modo” para planear a la estrategia y ocultaron información a los medios y sus pares.
Jara Guerrero y sus desatenciones con los reporteros de la fuente
La última vez que Salvador Jara Guerrero, gobernador de Michoacán, atendió a los reporteros que cubren la fuente del Ejecutivo estatal fue el 19 de julio, en el marco de la segundo visita hecha por él y la directora del DIF nacional Laura Vargas Carrillo, al albergue de La Gran Familia; aquel sábado el ex rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo respondió algunas preguntas y su equipo de comunicación social seleccionó sólo reporteros a modo, a pesar de que ya había una lista previa.
Ya pasaron más de 40 días y el mandatario estatal no se deja entrevistas ni el privado ni en público; más de algunas vez lo reporteros y reporteras de la fuente se han acercado a solicitar atención, pero ni los ve ni los oye; extraña mucho la actitud de Salvador Jara porque en sus tiempos de rector nicolaita siempre fue comedido con todos quienes se acercaban a tener una interlocución con él y ahora la desatención raya en desprecio.
El problema no solo queda en la simple actitud de desprecio o desatención, tranquilamente se puede enmarcar en una violación a la Constitución General de la República por negar el derecho humano a la información, en este caso de manera directa a los reporteros y de forma indirecta a la sociedad. La violación es al artículo 6º Constitucional que obliga al Estado Mexicano a garantizar el Derecho a la Información.
La actitud del gobernador michoacano contrasta con la del propio presidente Peña, quien en los últimos meses ha concedido entrevistas a quienes cubren le fuente presidencial; en Michoacán el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio también se da tiempo para atender a representantes de los medios, pero en la agenda de Salvado Jara no hay lugar para los medios de comunicación en franca contradicción a su formación de filósofo.
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