Usan insectos carnívoros para acabar con plagas en Michoacán
Autor: Xochitl Nava
Autor multimedia: Alexandro Granados
A través del uso de insectos carnívoros que trabajan como depredadores para combatir las plagas de diferentes cultivos, productores de Michoacán buscan darle un giro a la forma en que hasta hoy han usado productos químicos.
Este método además de ayudar al ambiente puede convertir los cultivos en orgánicos al no someterlos a los químicos y no dañar la salud de quienes los aplican y la población que consume al final las frutas y legumbres, “generalmente tenemos la cría de dos tipos de insectos, el primero de ellos es un depredador, un caníbal, carnívoro 100 por ciento y el otro es un parasitoide, cuando hablo de depredador quiero decir que mastica y come a las principales plagas que para el productor representa un problema en cualquier etapa o desarrollo del cultivo, cultivos tanto en invernadero como en cielo abierto”, dice el investigador Francisco Javier Avendaño Gutiérrez.
Vladimir Barriga, productor de mango ya ha sufrido dos veces una intoxicación por aplicar los insecticidas en sus huertas, por eso optó por probar el método que ofrece el investigador Francisco Javier Avendaño Gutiérrez, “el químico primero anda uno el aroma, aunque no intoxique si llega uno a su casa con el dolor de cabeza y malestares de eso y el penetrante aroma todo el día aunque uno se bañe y todo ahí lo trae penetrado, tratamos de producir bien sin afectar la salud, ni el medio ambiente”.
El también profesor de la Universidad Michoacana, a través de su pequeño laboratorio ha desarrollo este método de reproducción de los insectos para comercializarlos entre los productores; donde ya los utilizan es principalmente en los cultivos de aguacate, mango y guayaba, “es un poco polémico el decir que se va a exterminar o acabar con una plaga, bilógicamente no existe ese parámetro, pero sí se puede mantener bajo un umbral de daño que afecte la inversión del productor”.
Antes de sembrar los insectos que disminuirán la plaga en algún sembradío se hace una evaluación para conocer el número de depredadores que se liberarán, pero por lo general basta con 10 mil de ellos por hectárea para que se mantenga un control. El investigador Avendaño Gutiérrez, espera que su técnica sea aceptada cada vez por más productores para revertir el uso de químicos que dañan no solo el ambiente sino de los consumidores.
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