Continúa el desmantelamiento del Penal de MoreliaFamiliares de los internos entraron por pertenencias que se habían quedado en algunas celdas.
Autor multimedia: Lino Gochi
Familiares de los internos entraron por pertenencias que se habían quedado en algunas celdas.
La vieja penitenciaría de Morelia hoy luce vacía. Los pasillos y las galeras que durante 50 años fueron estancia forzada quienes cometieron algún delito, hoy son solo muros de concreto, rejas jubiladas porque ya no sirven más para resguardar a hombres privados de su libertad.
El antiguo Cereso de Morelia vive sus últimos días en movimiento, pero ya no hay presos, solo algunos familiares de los reos recuperan las pertenencias que éstos no pudieron llevar al Centro de Reinserción Social "David Franco Rodríguez", su nueva morada.
El quincuagenario inmueble de 40 mil metros cuadrados, obsoleto y descalificado por la Comisión Estatal de Derechos Humanos, ya no es más la cárcel que a finales de los 80s y durante los 90s´, fue la prisión más peligrosa de Michoacán y una de las más inseguras de México.
Ya no funcionan las galeras 28 y 29, donde los 90s estuvieron recluidos los delincuentes más peligrosos de Michoacán como José Luis Somoza Frasquillo, Narciso Bravo Hernández, Januario Gutiérrez e lves Landa Ruiz.
Las célebres celdas de máxima seguridad, donde habitaron los presos privilegiados, terminaron en funciones de espacio para visita conyugal.
Las autoridades desmantelaron talleres, comercios, espacios religiosos, la habitación para alcohólicos anónimos, la cocina, los comedores. Las canchas de basquetbol y fútbol ya no serán espacio para el recreo de los reos.
La farmacia que alguna vez administró en calidad de reo el doctor José Manuel Mireles Valverde, también fue clausurada.
Los 334 internos del Centro Penitenciario Francisco J. Múgica duermen desde el pasado domingo en el Cereso conocido como Mil Cumbres, a donde fueron transferidos, tras decretarse la extinción del penal.