Deportaciones de Trump separan y destruyen FamiliasHace cinco años que Mario se fue de ilegal a tierras estadounidenses en busca del sueño americano, se instaló en Nueva Orleans...
Autor multimedia: Miguel García Velázquez
Hace cinco años que Mario se fue de ilegal a tierras estadounidenses en busca del sueño americano, se instaló en Nueva Orleans...
Morelia, Mich.- Mario Castro Navarro, migrante michoacano deportado de los Estados Unidos, vive los peores momentos de su vida, la semana pasada fue repatriado y separado de su familia, su esposa Reina Noemi Méndez, sus tres hijos Isaí, Juliana y Erick se han quedado desamparados en Nueva Orleans, Reina ha vendido ya todos los bienes materiales posibles, Mario era el sostén de la familia y ahora se encuentra en Morelia a miles de kilómetros sin alternativas económicas y sin la capacidad de retornar o de traer a su lado a sus seres queridos.
Hace cinco años que Mario se fue de ilegal a tierras estadounidenses en busca del sueño americano, se instaló en Nueva Orleans, ciudad donde conoció a Reina Noemi de nacionalidad hondureña, con quien formó una familia, él se muestra desesperado pues no tiene ni conoce los medios legales para realizar los trámites necesarios para recuperar a los suyos, apuntó al respecto “no sé cómo hacerle ahorita y puede haber si hay una visa, si me dan una visa para ir a apoyarlos o algo, pero igual si no me va tocar irme porque no tiene allá dinero ni para regresarse ni para menearse no sabe trabajar tampoco y pues es lo que tengo que ver yo porque ella en primera no puede trabajar, pues ya ahorita lo que estoy viendo para hablarle a un abogado que puede hacer por mí”.
Antes de ser deportado, Mario pasó en prisión dos meses esperando a que se resolviera su situación migratoria. Al final fue repatriado debido a un incidente de tránsito que él vivió en el año 2013, por el cual acudía a firmar dos veces al año ante las autoridades y al refrendar el pasado mes de febrero su compromiso fue detenido y obligado a firmar de manera voluntaria su regreso a México, “ya nomás le hable a mi esposa, ya este de ahí me mandaron a una detención, luego ahí estuve algunos días y ya pasé a otra detención ahí me aventé como dos meses, fui a ver al abogado, pero ya el abogado no pudo hacer nada de mi traslado”, agregó.
Es total el estado de indefensión en el que por el momento se encuentra Mario Castro, considera injusto e infame separar y se destruir familias a partir del modo de actuar de las autoridades estadounidenses, que ejecutan las ordenes de odio y discriminación del presidente Donald Trump, a quien califica como el verdadero criminal, señaló “Yo creo que no se vale porque pues hay unos que se portan mal y pues esos yo creo que sí que andan robando, pero yo pienso que los que están trabajando y tienen su familia y todo, pues los están separando y eso, por un ticket, para Trump eso es un criminal, él si es criminal anda haciendo la guerra.
Mario considera haber sido sometido a tratos inhumanos y crueles por las autoridades norteamericanas, durante el proceso de deportación. Le dieron trato propio de un criminal, al permanecer esposado de la cintura, pies y manos durante todos sus traslados, donde incluso no tenía la mínima oportunidad de satisfacer sus necesidades físicas básicas, externó “cuando sales en el avión son como dos horas y media de vuelo, como a la hora y media es cuando ya te quitan las esposas ya que vas a llegar a México es cuando ya te sientes libre, está feo todo ese proceso porque casi te meten a una hielera y siempre andas esposado, estas encerrado y todavía te tienen esposado cuando vas a ver al juez, no hay chance ni para ir a orinar”.
Al final, Mario se muestra dispuesto a rehacer su vida en Morelia, su ciudad natal, sabe que no va a ganar el mismo dinero, pero al menos estará en su país donde no sufrirá discriminación, donde ya no va ser perseguido; buscará con todas sus fuerzas el apoyo de las autoridades para reconstruir a su familia.