Capula más que catrinas conocida por su alfarería punteada Adriana y su esposo son una de las cientos de familias que elaboran piezas de alfarería puntuada y otras técnicas utilizadas...
Autor multimedia: Especial
Adriana y su esposo son una de las cientos de familias que elaboran piezas de alfarería puntuada y otras técnicas utilizadas...
Morelia, Mich.- En Capula la mejor época del año pasa el turismo es noviembre cuando realizan un festival de La Catrina, pero en Semana Santa la gente llega para buscar la tradicional alfarería punteada por la cual era conocida esta población rural de Michoacán.
“Piden lo que es La Catrina pero también la loza tradicional, puede ser la puntuada o capulineada o de diferente loza que hacemos aquí”, aseguró Pedro Pérez Pozas, artesano de Capula.
Adriana y su esposo son una de las cientos de familias que elaboran piezas de alfarería puntuada y otras técnicas utilizadas por los artesanos de Capula, quienes realizan desde bajillas hasta floreros con diseños únicos según los pedidos de sus clientes tanto nacionales como de Estados Unidos, indicó Adriana Montañez Hernández, artesana Capula quien trabaja la alfarería punteada, “son las dos técnicas que trabajamos punteado y capulineado fino, son piezas finas, únicas que uno diseña para los concursos, son únicas que no se vuelven a hacer”.
Desde hace más de una década, los artesanos de Capula ya no utilizan plomo en sus piezas, ahora es con fibra de vidrio o vidrio molido con lo que esmaltan sus creaciones, y esto redunda en mayores ventas y pedidos, dijo Adriana, “los gringos venían, turismo traían ellos algo especial para marcar y salía hasta que nos enseñaron a esmaltar sin plomo…nos compran más y se llevan sin temor la loza, al decir que va a salir con plomo, no ya saben que es libre de plomo, de hecho las piezas las marcamos abajo, libres de plomo”.
Los visitantes gustan de recorrer Capula, sus talleres y tiendas de artesanías, donde pueden encontrar incluso los diseños novedosos o de temporada, como Horacio Padilla, “es como la quinta vez que venimos en dos años, nos gusta mucho, las vajillas muy, muy bonitas son como las de Tonalá en Jalisco pero tienen algo diferente”.
Hay también paseantes que disfrutan regresar a Capula no solo por lo pintoresco, sino por sus artesanías y porque les gusta Michoacán, dijo Horacio Padilla Muñoz, “de Capula me gusta su sentido artístico tan original principalmente lo que se dedica a las calacas pero su cerámica es fina, realmente para presumir”.
La fundación de Capula data del siglo XVI, tiene más 5 mil habitantes de los cuales 450 se dedican a la elaboración de alfarería artística, emblema del Día de Muertos y de donde salió la llave de la ciudad que recibió el Papa Francisco y la vajilla en la cual comió en 2016 cuando visitó Michoacán.