Morelia vivió la madrugada de este martes 30 de abril, una jornada muy violenta. Cinco hombres fueron asesinado al estilo del crimen organizado y, de nueva cuenta el homicidio múltiple fue firmado con fines evidentemente intimidatorios.
A la Federación corresponde combatir al crimen organizado, es cierto. Pero la Administración Municipal es la primera autoridad obligada a proporcionar seguridad pública.
Tristemente, a Raúl Morón Orozco no le importa mantener a la ciudad con una percepción de inseguridad.
Los habitantes de Morelia no se sienten seguros y eso a el profesor parece no importarle: según cifras de INEGI, entre diciembre de 2018 y marzo de 2019, los morelianos mayores de 18 años consideraron a las autoridades municipales como las menos efectivas para resolver problemas.
A Morelia y sus autoridades municipales, le hace falta despojarse de colores partidistas y ver a la seguridad sin cálculos electorales.
Raúl Morón debe aprovechar su buena relación con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, para dar a los morelianos mejores índices de seguridad.
Morelia no es un gremio, como la CNTE o el SNTE, por tanto, no se debe gobernar a la capital michoacana con base en filias y fobias.
Todavía falta mucho para el 2021, antes que pretender ser candidato de Morena a la gubernatura, el ex líder sindical debe hacer méritos y demostrar que, por encima de intereses ideológicos están los morelianos.
Gestionar ante el Gobierno Federal y coordinarse con el gobierno del estado, es una obligación del ex senador o demostrará que Morelia poco le importa.
Lo ocurrido en Morelia la madrugada del este 30 de abril, enciende los focos y es la respuesta natural a un gobierno indolente; la delincuencia ve a una Policía Municipal aislada por decisiones partidarias y, como dice el refrán: a río revuelto, ganancia de pescadores.
Aislada e indolente, la Policía Municipal no pudo prevenir que le tiraran tres cuerpos en la vía pública y mucho menos detener a los responsables.
La coordinación es indispensable para evitar un eventual empoderamiento de los delincuentes a la capital michoacana.
Muy sano sería crear, con el respaldo de todos los alcaldes, una Policía Intermunicipal, o Metropolitana, para atender los problemas de inseguridad en Morelia, Tarímbaro, Charo, Tztzio y Acuitzio del Canje.
Pero para lograr esa coordinación hace falta voluntad y pensar con el cerebro y no con las vísceras. Hace falta hacer a un lado las imposiciones de un partido y cumplir la obligación constitucional de garantizar el derecho a la seguridad pública.