Policías Estatales y Municipales en la Mira por Evidente Manipulación a Escena del Crimen
Autor: Miguel García Tinoco
Autor multimedia: Especial
Conforme circulaban en redes sociales y chats, fotografías de la masacre en Tierra Colorada, no cuadraban las cifras oficiales respecto a la cantidad de muertos y heridos. El mismo miércoles por la tarde, una gráfica mostraba 13 cuerpos sin vida y no 9, como daba a conocer la Fiscalía General de Michoacán.
El fiscal Adrián López Solís, aclaró que entre esos 13 cuerpos estaban tres heridos; así, los 9 muertos en el sitio del enfrentamiento sumados a quien murió en el hospital (Kevin de 16 años de edad), hacen los 10 muertos y 3 heridos reconocidos oficialmente.
Pero no solo desconcertaba la cantidad de cuerpos, si su posición final en la escena del crimen. La imagen, difundida en muchos medios de comunicación, supone una manipulación de cadáveres y armas, antes de registrar la posición original de cadáveres, pistolas, cargadores, balas y rifles.
Es decir, los cadáveres fueron reunidos en un espacio pequeño cuando originalmente las víctimas no estaban todas a corta distancia entre sí, antes del presunto ataque. Si movieron los cadáveres y el armamento por “razones de seguridad”, se justifica a medias; pero si manipularon la escena del crimen para hacerla todavía más dramática, la actuación de policías estatales y municipales, en calidad de Primer Respondiente, se convierte en una acción ilegal.
Si todo queda en una reacción por miedo, los policías estarán metidos en un problema interno tanto en la Secretaría de Seguridad Pública estatal, como en la Dirección de Seguridad Pública municipal de Uruapan; pero si alguien, les ordenó manipular el lugar de los hechos para exhibir a las víctimas, los uniformados estarán en serios problemas legales.
En la Fiscalía Regional de Uruapan ya investigan la evidente alteración del lugar de los hechos. No es la primera vez que ocurre algo similar: el 21 de febrero de este mismo año, elementos militares y policías se enfrentaron a presuntos integrantes de le grupo delictivo conocido como “Los Viagra”.
En ese hecho, nueve presuntos pistoleros murieron y también pereció el teniente coronel J. Guadalupe Barrientos. De igual manera la escena del crimen fue alterada, lo cual dificultó las investigaciones; como consecuencia de violación a los protocolos, 4 detenidos, presuntos pistoleros, fueron puestos en libertad.
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