Chacaleo Exprés: La Encrucijada De Silvano A Dos Años De Concluir Su Mandato
Autor: Miguel García Tinoco
Autor multimedia: Especial
A punto de nombrar al cuarto secretario de Seguridad Pública en su administración, Silvano Aureoles enfrenta a una gran encrucijada.
Evidentemente, el gobernador nombró a José Martín Godoy Castro para concluir, junto con él, el encargo oficial; pero la tragedia alcanzó al secretario y de paso al mismo Silvano Aureoles, a quien, seguramente le costará trabajo decidir a quién designar en sustitución del malogrado jalisciense.
¿Israel Patrón? ¿Ismael Sigala Páez? ¿Víctor Manuel Serrato Lozano?¿Regresar a Juan Bernardo Corona Martínez?. Ahí está justamente la situación difícil para el gobernador Aureoles.
Ya se escuchan rumores sobre un militar de alto rango como prospecto. Está probado que los mandos castrenses no son la solución para una institución con tanta cercanía hacia la Sociedad Civil. Los generales Gonzalo Miguel Adalid (con Lázaro Cárdenas Batel) y Manuel García Ruíz (con Leonel Godoy), hicieron poco o casi nada al frente de la SSP. Ya ni se diga de Alberto Reyes Vaca y Leopoldo Hernández Bedoy, quienes fungieron durante la última administración priista.
En los últimos meses, por decisiones políticas, circunstancias y la tragedia aérea del pasado miércoles 24 de julio, la Secretaría de Seguridad Pública perdió a sus principales mandos. La dependencia cerró el año pasado con cierta estabilidad ante la continuidad de Juan Bernardo Corona y del propio Carlos Gómez Arrieta al frente de la Subsecretaría.
Corona Martínez y Gómez Arrieta ya habían superado sus diferencias; eran complementarios y eso le hacía bien a la dependencia y a las tareas propias de ésta.
Pero el 1 de abril Juan Bernardo fue sustituido por José Martín Godoy Castro y el 22 de julio Gómez Arrieta dejó la Subsecretaría tras la aparición de un video relacionado a las investigaciones de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero.
Hoy, la Secretaría de Seguridad Pública no tiene los pesos y contrapesos que le dieron estabilidad. El gobernador Silvano Aureoles tiene ante sí una situación complicada; seguramente más difícil que cuando aceptó la renuncia de Pascual Sigala a la Secretaría de Gobierno.
La SSP no debe permanecer mucho tiempo sin titular. El gobernador no debe dar margen de maniobra para que grupos de interés o el propio gobierno federal, le impongan un secretario a modo. En mi opinión, tal como lo hizo al principio de su mandato, Silvano debe conservar la Secretaría de Seguridad Pública para su gobierno. Es también un asunto de gobernabilidad.
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