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Tala Ilegal Devasta 200 Hectáreas de Bosque en Uruapan

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Tala Ilegal Devasta 200 Hectáreas de Bosque en Uruapan Comuneros descubren a depredadores, blindan su tierra, pero temen al crimen organizado. Tala Ilegal Devasta 200 Hectáreas de Bosque en Uruapan
Comuneros descubren a depredadores, blindan su tierra, pero temen al crimen organizado.

—-Comuneros descubren a depredadores, blindan su tierra, pero temen al crimen organizado.

—-El derribo de pinos y encinos es para plantar aguacate.

Uruapan, Michoacán.- Los bosques michoacanos están permanentemente amenazados por quienes, ilegalmente, talan pinos y encinos para plantar aguacate.

En los últimos 3 años, la comunidad indígena Barrio de San Francisco, sufre el asecho de bandas criminales dedicadas a la depredación forestal, por lo cual se organizaron para defender sus recursos naturales, comentó Rafael Gallegos Espinoza, comisariado de Bienes Comunales de la mencionada localidad purépecha.

“El clandestinaje de madera es un esquema delincuencial bien organizado, entre Capácuaro y San Lorenzo hay 10 aserraderos que consumen diariamente 200 metros cúbicos de madera, que se alimentan de bosques robados de todo alrededor”, dijo Gallegos Espinoza.

Los comuneros de San Francisco, buscan hacer todo lo posible por aprovechar sus tierras, sin convertirlas en huertas de aguacate, misma actividad que fomenta la tala inmoderada del bosque.

“El robo de madera es una acción que les beneficia a los que quieren poner sus huertas, cierro los ojos y llévate la madera y no digo nada”, mencionó Rafael Gallegos.

Los comuneros organizados, vigilan su territorio desde el aire; así, identificaron a los talamontes, quienes presuntamente son habitantes de Capácuaro, otra comunidad purhépecha, también del municipio de Uruapan.

“Estamos tratando de que haya un trabajo conjunto, de que no nos dejen solos, es una extensión suficientemente grande, nosotros no tenemos armas, no combatimos con armas, nuestro trabajo es acercarnos a la autoridad, vigilar, avisar, y hacer un trabajo de evasión asistente, cortar caminos avisarle a la autoridad, pues tratar de tener una buena relación con vecinos que colaboran”, comentó el encargado de Bienes Comunales de Barrio San Francisco.

Pese a la organización de los guardabosques comunales, la tala ilegal sigue y, según un habitante del Barrio de San Francisco, no hay autoridad que frene la depredación del bosque.

“Es un proceso extremadamente viciado, y las autoridades o cierran los ojos, o no quieren escándalos, agarran una camioneta, te queman un camión de cerveza, te toman la carretera y lo sueltas, o el gobierno del estado paga la fianza”, aseguró Rafael Gallegos.

Los habitantes de esta comunidad ubicada en los límites de Uruapan y Ziracuaretiro, enfrentan otra problemática: cuando interceptan un camión con madera obtenida ilegalmente, se dan cuenta que los choferes son menores de edad que fácilmente evaden a la justicia.

“Ustedes ven la carretera en la pista 50, 30 camionetas, diariamente de Capácuaro circular impunemente, el tránsito y seguridad ni ninguna autoridad los somete y esto es una vergüenza”, mencionó Rafael Gallegos Espinoza.

Cuando un camión con troncos aserrados clandestinamente es interceptado por comuneros y entregado a las autoridades, los conductores dicen no hablar español, sólo purhépecha y eso dificulta el actuar de la policía.

Rafael Gallegos Espinoza, comisariado de Bienes Comunales de Barrio San Francisco, explicó que los talamontes actúan como delincuencia organizada, porque además de utilizar adolescentes como conductores de “camiones troceros”, también cuentan con el apoyo de grupos armados para resguardar las rutas de entrada y salida a los bosques donde talan.

“Los chamacos que traen los vehículos asumen no hablar el idioma, asumen no ser mayores de edad y eso es parte de que nos se les puede detener, amén de que los policías honestamente están con ellos, policías municipales, tránsito municipal, es un proceso ordenado”, dijo Rafael Gallegos Espinoza.

Con mucho esfuerzo, los comuneros del Barrio de San Francisco vigilan más de mil 700 hectáreas de bosque; pero no han erradicado del todo la tala ilegal y el recurso forestal sigue amenazado.

La comunidad indígena del Barrio San Francisco, justamente por su labor a favor del medio ambiente, recibió un reconocimiento del Gobierno Federal, por parte la Comisión Nacional Forestal.

“Hace dos años nuestra comunidad fue distinguida por su permanente lucha por el bosque, por combatir de forma legal y de forma frontal el cambio de uso de suelo”, comentó el líder comunal.

La comunidad indígena trabaja en pro de la vida silvestre en sus bosques.

“El trabajo aquí donde estamos, es un trabajo de fomento de la fauna, hacemos una vigilancia permanente de la existencia de animales, tenemos un biólogo que colabora con nosotros, que tiene instaladas cámaras trampa que vigila en forma permanente la fauna que existe, la fauna está entera, completamente, el bosque contiene tal cual naturaleza desde hace muchísimos años”, afirmó el representante indígena.

Entre las especies que habitan el comunidad existe una familia de pumas, integrada por hembra, macho y tres crías, que a decir de los biólogos especialistas en el tema, es tal la conservación del bosque que es poco visto lleguen a tener tres crías este tipo especies.

Como parte de su trabajo de preservación de la vida silvestre y como servicio a la PROFEPA, en Barrio de San Francisco, rehabilitan aves que tienen problemas en su adaptación por temas de incautación y procesos legales.

Sin embargo, los comuneros necesitan más respaldo de los tres niveles de gobierno para frenar de una vez por todas la devastación de los bosques.
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