Con la reciente entrega de la Presea “Melchor Ocampo” por parte del Congreso del Estado de Michoacán al grupo Hermanos Jiménez...
“Es hablándonos y no matándonos, como habremos de entendernos”, Melchor Ocampo (1814- 1861).
Con la reciente entrega de la Presea “Melchor Ocampo” por parte del Congreso del Estado de Michoacán al grupo Hermanos Jiménez de Tierra Caliente se abrió un debate sobre si era valido o no el reconocimiento a esta agrupación, misma que cuenta con más de 40 años de formación y cientos de canciones inspiradas en temas relacionados con acciones ilícitas o Narcotráfico.
Los Hermanos Jiménez, con 43 años en la escena musical, son oriundos de la localidad “El Ceñidor”, en el municipio de Múgica, entrada a la denominada Tierra Caliente y tierra natal del legislador Raymundo Arreola Ortega, donde en años recientes, se han suscitado escenas violentas, entre balaceras y decomisos de droga o inmuebles a integrantes del crimen organizado.
El grupo está conformado por: Francisco Jiménez García, (Arpa), Pedro Jiménez García (Vihuela), Ignacio Jiménez García (Bajo Sexto), Jorge Jiménez García (Bajo Eléctrico), Rafael Jiménez García (Batería), Rodolfo Jiménez García (Vocalista y Director del Grupo), Cecilia Jiménez Alvarado (Percusiones) y José Luis Hernández Torres (Teclados, siendo el único de los integrantes que es oriundo de Antúnez, en Parácuaro, Michoacán).
Entre sus logros se encuentran: la grabación de más de 24 discos, así como la sonorización de filmes con los Hermanos Almada ( Mestizo y Traficantes Michoacanos), que permitió darle vida a aquel ambiente de la época de los noventas como: prófugos o evasión de la justicia, así como el trasiego de drogas, quizás algo similar a lo que puede verse en los presentes días.
En Michoacán, desde el siglo XVI, se originó una expresión artística, donde por medio de coplas interpretadas por personas con sangre española, indígena y africana, que radicaban en municipios de la Región de Tierra Caliente, asistían a las convocatorias de las órdenes religiosas, donde cantaban sus melodías, así nació : EL SON.
Este género podría considerarse un canto de identidad, que a diferencia de los “Narcocorridos”, no enaltece la violencia, sino que busca resaltar ideas, creencias o pasajes históricos, por medio de violines, guitarras y “tamboritas”, emulando muchas veces a sonidos de animales, debido a la falta de lírica en sus melodías.
Han pasado ya algunos días, desde que se llevó la ceremonia y el malestar en las redes sociales no para, a tal grado que los usuarios exigen que sea regresada y quizás poder ser entregada a otra persona, sin embargo, esto no será posible, ya que a pesar del rechazo de un sector de la población, es común escuchar estas canciones en una fiesta privada o el estéreo de un automóvil circulando alrededor de una plaza pública.
MIÑO (Coyote en Mazahua).
Este domingo nuevamente aparece una mujer sin vida en Michoacán, ahora flotando en el Lago de Pátzcuaro. ¿?