Pepe Toño, el Precandidato que menos Prendió en Michoacán
Sin duda es el precandidato más preparado y con menos anticuerpos. Es el político con más posibilidades de crecer. Pero en Michoacán, donde hace 6 años el PRI aportó más de 750 mil votos a la causa de Enrique Peña Nieto, José Antonio Meade Kuribreña, de plano no prendió.
Andrés Manuel, estuvo cuatro días en estas tierras a finales de 2017 y posicionó bien sus discursos. Sobre todo, puso orden en sus huestes, aceitó la maquinaria de la CNTE y sumó a varios cuadros inconformes con el PRD.
Ricardo Anaya, tuvo por primera vez al perredismo michoacano a su alrededor y amarró, definitivamente, la voluntad del gobernador Silvano Aureoles.
Pepe Toño Meade vino a Michoacán y su visita dejó mucho que desear. Sus adversarios dieron entrevistas colectivas sin límite de temas y tiempo; él, el político sin militancia partidista, no atendió a reporteros de la Fuente, porque se reunió “en corto” con algunos conductores y directivos de medios locales.
Meade, se reunió en privado con empresarios y por separado con liderazgos del PRI; públicamente estuvo con delegados priistas; luego se fue de Morelia con más pena que gloria.
El precandidato del PRI, PV y PANAL, es su único discurso atestiguado por reporteros, repitió a medio día en Morelia, lo que ya había dicho temprano en la Ciudad de México: anunciar una Iniciativa de Ley “para acabar de una vez por todas con la corrupción”.
Pero lo peor, a mi juicio, vino cuando al ex secretario de Hacienda se le ocurrió decir: “...queremos que a Michoacán le
vaya muy bien...”, lo cual, sin duda, puso en la memoria colectiva aquella frase de su ex jefe, Felipe Calderón, quien no le cumplió a Michoacán.