Chacaleo (Columna) Luis Antonio, Hipólito, Mireles y Enrique, de héroes a Villanos...
Autor: Miguel García Tinoco
Autor multimedia: Archivo
Luis Antonio, Hipólito, Mireles y Enrique, de héroes a Villanos; de
Aliados del Gobierno a Personajes Incómodos para Castillo
“La palabra más soez y la carta más grosera son más educadas que el silencio”: Nietzsche.
Muchos personajes han desfilado en los medios de comunicación a partir del surgimiento de los grupos de autodefensa en Michoacán: Hipólito Mora Chávez; José Manuel Mireles Valverde, “el doctor Mireles”; Estanislao Beltrán Torres, “Papá Pitufo”; Alberto Gutiérrez, “Comandante 5” y Luis Antonio Torres González, “El Americano”. Todos ellos han tenido un papel preponderante en la creación y consolidación de los grupos civiles armados y de su mutación a la Policía Rural.
Sólo Mireles no forma parte de las corporaciones policiales creadas por el gobierno federal, pero que dependen de la administración estatal, porque está preso en el penal federal de Hermosillo, Sonora; pero los otros: Mora, Beltrán, Gutiérrez y Torres, se “capacitaron” y se pusieron el uniforme azul propio de la Policía Rural.
Se trata de los líderes emblemáticos de las “desaparecidas” autodefensas pero a quienes todo el tiempo se les han atribuido antecedentes penales: a Hipólito, sus propios correligionarios le atribuyen haber estado preso en los Estados Unidos y actividades para producir droga sintética en México y la Unión Americana; a “Simón el Americano”, también lo ubicaban como “mandadero” de narcos y responsable de robar vehículos para el crimen organizado; al “Cinco”, también le atribuyen nexos con “Los Templarios” que dominaron durante al menos un lustro la Tierra Caliente Michoacana.
Todos los dichos contra quienes ahora desde las instituciones combaten a la delincuencia, surgieron de las filas de la autodefensa; muchos de los miembros de los llamados “comunitarios” fueron sicarios del crimen organizado y conocían a sus ex jefes y a quienes fueron cercanos a sus ex líderes.
Por eso no es nada nuevo, el que Luis Antonio Torres aparezca, como parece, en una videograbación al lado de Servando Gómez Martínez; respecto a si “El Americano” es el testigo mudo de la más reciente producción de “La Tuta” o no lo es, creo que eso no es lo más importante, porque seguramente ya tienen un expediente bien armado para meterlo preso y sacudirse a unos de los incómodos de Alfredo Castillo, que sin duda, en esta ocasión también se trata de una personaje nocivo para la sociedad.
Por esa razón, si es o no es “Simón” el que está junto al “Profe”, quizá no es lo la autoridad vaya a tomar en cuenta para consignarlo ante un juez; seguramente en la Procuraduría ya saben que el comandante de la Fuerza Rural, separado de sus funciones mientras integran la averiguación, es responsable del homicidio de su cuñado, a quien apodaban “El Mike”, hecho ocurrido a finales de 2013 y del cual estaban enterados quienes integraban el Consejo General de Autodefensa.
“El Americano” ordenó a su grupo de pistoleros raptar a la pareja sentimental de su hermana menor, solo porque nunca dio el consentimiento a esa relación; después, Torres González ejecutó a “El Mike” y lo sepultó clandestinamente; sin embargo tuvo que confesar su crimen ante los principales mandos de la autodefensa, porque le condicionaron entregar el cuerpo para continuar con el apoyo de los líderes alzados.
“Simón” entregó el cadáver putrefacto a Rafael Sánchez Moreno, mejor conocido como “el Pollo”, uno de los ideólogos de la autodefensa, quien se encargó de entregarlo a sus deudos; Sánchez Moreno aparecería muerto el 8 marzo de este 2014, junto con “Nino”, su guardaespaldas; del homicidio contra Sánchez Moreno fue acusado Hipólito Mora, quien estuvo dos meses preso en el Cereso “David Franco Rodríguez”, pero salió libre a consecuencia de una averiguación previa mal fundamentada.
Pero aunque Hipólito Mora ha librado las acusaciones públicas de sus antecedentes penales en Estados Unidos y el proceso penal por el homicidio de Rafael Sánchez, forma parte de la Fuerza Rural con un expediente abierto y vivo: es el 12/2004, radicado en el Juzgado Mixto con sede en Tanhuato de Guerrero, Michoacán.
Hipólito Mora Chávez, también comanda un grupo de la Fuerza Rural en la comunidad de Felipe Carrillo Puerto, mejor conocida como “La Ruana”, a pesar de estar sujeto a proceso penal; al primer vocero de las autodefensas enfrenta acusaciones por el delito de privación de la libertad en agravio de Carlos Alberto Menchaca Santoyo, joven originario de Yurécuaro, quien sigue desaparecido.
La denuncia contra Mora Chávez fue presentada por María, la madre del desaparecido; ella señala directamente al oriundo de “La Ruana”; del caso se integró la averiguación previa 71/2014-III-DAE, el expediente fue consignado sin detenido con tales pruebas, que el juez de Tanhuato libró una orden de aprehensión; Hipólito se presentó voluntariamente a declarar, negó los cargos ante el juez, pero de cualquier forma le dictaron Auto de Formal Prisión y enfrenta el proceso en libertad.
Sin duda que Mora Chávez en un privilegiado al poder enfrentar en libertad el proceso penal por un delito grave; más delicado es el hecho de que pueda liderar a un grupo de policías rurales, portar arma oficial y cobrar un sueldo en la Secretaría de Seguridad Pública.
De Alberto Menchaca nada se sabe. María, la madre del desaparecido, es otra más de la mujeres que sufren en Michoacán por no saber nada de su esposo, hijo, padre o abuelo; tampoco hay justicia para ella, porque el principal sospechoso de la desaparición del su hijo, a quien un juez encontró digno de someter a proceso penal, están libre y amparado por una institución de las que tanto ha defendido el comisionado Alfredo Castillo.
Este caso de Hipólito Mora, será, sin duda, otro tropiezo para el comisionado plenipotenciario, tal como lo es ahora el asunto de Luis Antonio Torres, “El Americano”, tal como lo fue en su momento la detención de Enrique Hernández Salcedo, jefe de la autodefensa de Yurécuaro, quien fue acusado por el homicidio del alcalde de Tanhuato y salió libre, igual que Hipólito, por pruebas insuficientes.
Luis Antonio Torres, Hipólito Mora, José Manuel Mireles y Enrique Hernández, de ser aliados del gobierno, a pesar de sus antecedentes poco claros, pasaron a ser personajes incómodos para el comisionado Castillo, son pues, una piedra en el zapato para el proceso de la estrategia gubernamental diseñada para rescatar a Michoacán.
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